miércoles, 26 de junio de 2013

Sigo aquí


La confabulación de un pequeño ajuste laboral y un simple cambio de habitación para el otium et studium hacen que uno pierda el hilo de la actualidad como se pierde una novia en una playa italiana: por estupidez y lógica.

De este modo, pasan ante mí, con filos inocuos, la expansión imperial de la veep Soraya; las presuntas fincas de la Infanta, su dni y los actos de contrición de Montoro y asociados; las becas de roma excelencia del ministro Wert; Edward Snowden, el siguiente héroe de nuestro tiempo, con Garzón al fondo; el juicio a José Bretón, cuyo jurado debería jurar no ver la televisión en tres meses; el policlínico sexo oral de Michael Douglas; la muerte en carne mortal de Tony Soprano; la liga de baloncesto ganada por el Real Madrid, que espero abra jerarquía; la postcoital Copa Confederaciones; los millones extraviados del fichaje de Neymar; el enigma Ancelotti (será el terror del vestuario o el pavor del Chistu)...

A los lectores, si alguno me queda, les pido paciencia y a los blogueros, de cuya sabia me nutro, prometo empezar a devorar posts justo cuando la señal de la wifi pase del 2 en la escala de Jobs.

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