lunes, 5 de agosto de 2013

Los llanitos no quieren ser ni humildes ni altruistas


En Tierra Santa, una gambeta de Messi les parte la cintura a Benjamín Netanyahu y a Mahmud Abbas, que caen al césped en la posición del muerdo eterno. La guerra ha terminado. O al menos eso parece según la prensa deportiva española con sede en Madrid. La de Barcelona apura las negociaciones con Blatter para que el equipo culé juegue a partir de ahora con casco azul y un clavel. ¿Qué no es el fichaje del Tata Martino sino la llegada a Cataluña del buen salvaje, paz y amor, que esperaban de América Fray Bartolomé y Rousseau y que señalaba Colón cuando le pusieron la azulgrana catarí? En España, Magallo, ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, dice que no sabemos los españoles cuánto dinero ha dejado de ganar Rajoy por darnos el gustazo de dedicarse a la política. Ay, el desprendimiento del político patrio y sus portavoces sin rubor.